Por Clara Inés Espí. Addubitare coaching.
Dice
Rafael Echeverría * “El decir “NO” es una de las declaraciones más importantes
que un individuo puede hacer”, “… es la declaración en la que, en mayor grado,
comprometemos nuestra dignidad”.
Cuando
decimos “no” y es pasado por alto, no nos sentimos respetados. Asimismo, cuando
digo “si” y quiero decir “no”, dejo de atender
mis necesidades en pos de las de otro,
no me respeto. Esta incongruencia genera
una serie de emociones negativas como la ira o la tristeza. Afectan a nuestra relación con los demás porque
introducen ruido en nuestra conversación
interna. Si no tenemos claros nuestros límites, no podemos saber dónde estamos.
Sólo
si nos hacemos nuevas preguntas, podremos obtener nuevas respuestas. ¿Para qué
digo “sí” cuando quiero decir “no”?, ¿Qué temo que ocurra? ¿Qué temo que no
ocurra? ¿A qué me están diciendo que no? ¿A mí o a lo que pido u ofrezco?.
Decir
o respetar un “no” significa que somos asertivos, capaces de respetar los límites propios y ajenos.
Está íntimamente ligado con la autenticidad, que a su vez lleva consigo la seguridad en uno mismo, la superación del miedo.
(*) Ontología del lenguaje. Rafael Echeverría.
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